Mujeres y desarrollo local: ellas hacen que las cosas sucedan.

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Desarrollo

La Habana, noviembre (SEMlac). -Una mirada al desarrollo local, a proyectos sociales, al activismo comunitario, la respuesta a desastres y emprendimientos territoriales pone en evidencia el protagonismo de mujeres diversas. Aunque ellas no siempre están en la toma de decisiones y muchos de sus empeños se quedan en la subsistencia, lo cierto es que viven y generan cambios.

Mariluz Aguilera conoce testimonios que dan fe del empuje de las cubanas en el desarrollo local. Actualmente es especialista en proyectos de desarrollo local del gobierno en Jesús Menéndez, municipio de Las Tunas, provincia a 656 km de La Habana; pero su historia dedicada a la transformación social comenzó en 1997, como especialista de Programas y Proyectos de la dirección de Cultura del mismo municipio.

Desde aquellos años soñábamos utopías relacionadas con la defensa de las tradiciones comunitarias”, recuerda.

A partir de 1999 se involucró en diversos proyectos de colaboración apoyados por Oxfam en Cuba, los cuales tuvieron como eje central los derechos de las mujeres y su autonomía económica. Las transformaciones en la agroecología y en la gestión de cooperativas, la formación y el apoyo a mujeres emprendedoras en el sector rural, la prevención y el abordaje de las violencias machistas han sido resultados que convirtieron al municipio Jesús Menéndez en un referente en el trabajo a favor de la equidad y el desarrollo local.

Aunque el desarrollo local va de juntar todas las manos, sin duda en nuestros contextos las personas que más perseveran, construyen y crean son las mujeres”, declara Aguilera a SEMlac.

Tras cada emprendimiento está la mano de una mujer que, con tino, conduce el proceso o actividad hasta llevarlos a vías de hecho”, agrega.

Desde su experiencia ¿cuáles son los aportes de las mujeres al desarrollo local?

Son varios, entre ellos puedo mencionarte el compromiso con el cumplimiento y calidad de las misiones, la creatividad en la conducción de los procesos, el alto nivel de sensibilidad para enfrentar el cambio, el trabajo colegiado y desde la participación, la flexibilidad y empatía con los grupos de trabajo, la lucidez de reconocer la importancia de la formación, la capacidad de inspirar a otras personas, de escuchar y sensibilizarse con los problemas de otras mujeres y, sobre todo, de “hacer que las cosas sucedan”.

¿Qué necesitan ellas para poder desarrollar su liderazgo plenamente?

Poseer herramientas y conocimientos para conducir los procesos que defienden, nunca dejar de escuchar atentamente, ser ejemplo de perseverancia y abnegación, trabajar por un resultado colectivo.

¿Cuáles desafíos particulares encuentran las que viven en entornos rurales y son campesinas?

Los desafíos han sido tantos Para muchas está en haber abandonado los estudios para convertirse en mamá siendo muy jóvenes, no considerarse con las habilidades necesarias para convertirse en profesional, ser muy tradicionalista, haber nacido en zonas de campo y depender de sus padres aun siendo adultas, entre otras situaciones. Pero probarse a sí mismas sigue siendo el mayor de los desafíos.

Muchas han necesitado tiempo y esfuerzo para encontrar qué saben hacer y que además les guste, lo disfruten y les reporte dividendos para mejorar su economía individual y familiar. Pero han terminado orgullosas de sí mismas, al contar y compartir su práctica.

El municipio Jesús Menéndez es un referente en el país en la búsqueda de un desarrollo local con equidad y perspectiva de género. ¿Qué aprendizajes cree pueden ser útiles para otras experiencias y territorios del país?

Mira, la mujer rural empoderada es la evidencia de que todo es posible. Cada finca exitosa habla de una mujer que conduce muy bien la economía familiar. Cuando conversas con mujeres exitosas en los espacios rurales del territorio, descubres que muchas veces su despertar estaba en pausa por las muchas puertas que se mantenían cerradas.

Esto significa que no tenían a quién pedir ayuda y eran solo ellas, sus hijos y sus ganas de salir adelante.

Al igual que el resto, las que habitan en entornos más rurales poseen necesidades. Pero en su caso, muchas de esas necesidades no se reconocen hasta que se les presenta la posibilidad de viajar, intercambiar, ver y compararse. No basta con acceder a los medios y tecnologías para aprender qué puedes alcanzar.

Tomado del sitio web SEMLAC: Servicio de noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe.